Greenpeace, 15 noviembre 2004
Bayer cancela sus proyectos de transgénicos en la India
Los métodos tradicionales de cultivo en la India estarán más seguros ahora que Bayer decidió suspender sus experimentos transgénicosa.
D.F., México Ante un rechazo masivo de los transgénicos -a lo cual se sumó una intensa campaña de Greenpeace-, Bayer dio por concluida su investigación de ingeniería genética en India, lo cual constituye la tercera derrota de la corporación en este año y demuestra lo determinantes que son los mercados locales para esta cuestionable tecnología.
En una carta dirigida a Greenpeace India, el director de comunicación de Bayer en esa nación, Aloke V. Pradhan, admite que todos los proyectos en cultivos genéticamente modificados en ese país han sido „descontinuados“.
„No necesitamos cultivos genéticamente modificados para alimentar a la India“, afirmó Divya Raghunandan, coordinadora de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace India. „De hecho, a escala global las promesas hechas por esta industria no se han cumplido, no han aumentado los rendimientos de los cultivos, ni se ha reducido el uso de plaguicidas. No sorprende que Bayer se rinda en India, luego de que han notado que la ciudadanía no aceptaría sus calabazas y coliflores manipuladas genéticamente, por lo cual decidieron evitar pérdidas. Es hora de que la industria detenga esta tecnología engañosa e inapropiada“.
Corporaciones que atentan contra el bien común
La carta que anuncia el retiro de Bayer fue enviada tras el escándalo que ha envuelto a esta corporación desde principios de octubre. En esas fechas, seis activistas de Greenpeace se encadenaron en las oficinas centrales de Bayer en Mumbai, demandando saber exactamente qué estaba haciendo la corporación en India, al tiempo que presentaron documentos oficiales que demostraban que ProAgro, una subsidiaria de Bayer, estaba usando el controvertido gen Cry9C en calabazas y coliflores.
Activistas de Greenpeace se encadenan a las oficinas de Bayer, en Mumbai, en protesta por los experimentos de esta corporación en India, los cuales amenazaban la seguridad alimentaria.
La respuesta de Bayer fue una declaración negando cualquier relación con ese gen, para más tarde contradecirse declarando que „los experimentos hechos con el gen Cry9C fueron conducidos en un medio ambiente contenido y fueron cosechados antes de la floración“.
„La apatía e indiferencia de esta compañía son increíbles“, dijo Divya Raghunandan. „Tomaron 11 horas para responder con verdades a medias y declaraciones contradictorias. Sus desatinos sólo fortalecen nuestra denuncia de irresponsabilidad en contra de la empresa“.
Malformación genética
El uso del gen Cry9C pone en evidencia el doble estándar aplicado por las compañías biotecnológicas. En Estados Unidos este gen sólo fue aprobado para alimentos de consumo animal y para usos industriales, puesto que puede causar alergias, ya que comparte características con otros alergenos. Pese a las restricciones, en el año 2000 ocurrió un escándalo con este gen porque fue usado para crear el maíz StarLink del cual se encontró presencia en tostadas de la cadena TacoBell. Atender y solucionar este incidente le costó a la industria biotecnológica mil millones de dólares.
Este anuncio de Bayer no es el único del año. En marzo, la compañía anunció que terminaría sus investigaciones de manipulación genética en el Reino Unido. Unos meses después anunció que no buscaría la comercialización de canola modificada genéticamente en Australia.
„Es claro que la resistencia popular a la ingeniería genética no ha disminuido, tal y como la industria lo esperaba“, dijo Doreen Stabinsky, de la campaña de ingeniería genética de Greenpeace Internacional. „No importa de qué país hablemos, los consumidores no quieren comer alimentos modificados genéticamente. Estas son buenas noticias para los campesinos y el medio ambiente“.