Nota de Prensa, 19 de Febrero de 2014
BAYER SE ACERCA A SUS CRÍTICOS
Primera oferta de diálogo en los últimos 35 años
Herbert Heitmann, nuevo responsable de comunicación de Bayer, ha invitado a la Coordinación contra los peligros de BAYER (CBG, por sus siglas en alemán) a una reunión. Heitmann quiere saber «cuáles son sus objetivos» y «cómo, dado el caso, podemos trabajar juntos». Es la primera vez desde 1979 que la corporación se ofrece al diálogo, si bien aún no hay fecha para el encuentro. Hasta épocas recientes, era práctica común de BAYER intimidar y silenciar a los críticos, incluyendo a la CBG, cuyos activistas han llegado a ser demandados, espiados y difamados.
Axel Koehler–Schnura, miembro fundador de la CBG, declaró lo siguiente: “Por supuesto que estamos a su disposición para dialogar, como lo hemos estado durante los últimos 35 años. Dado que BAYER lleva siglo y medio deteriorando la vida en común, la salud y el medio ambiente, no contemplamos la posibilidad de mantener conversaciones en privado. Las reuniones tienen que ser transparentes y asequibles para el público en general».
Jan Pehrke, miembro de la junta directiva de la CBG, abundó en lo anterior: «No debe limitarse a un simple intercambio de opiniones, que serviría a la corporación para destacar ante el público su ‘disposición al diálogo’». Según Pehrke, dicho intercambio solo tendría sentido si llevara a la solución de los problemas actuales, como los que plantean fármacos tan peligrosos como el anticonceptivo Yasmin. «Desde que fundamos nuestra organización a modo de iniciativa ciudadana en 1978 con motivo de los graves accidentes sucedidos en las plantas de Bayer en Wuppertal y Dormagen, nos encontramos continuamente con que los problemas no se resolvían, sino que se ponían en marcha campañas propagandísticas millonarias y legiones de juristas para enmascararlos», apunta Koehler–Schnura.
La Coordinación contra los peligros de BAYER, red activa en todo el mundo, si bien su labor es mayoritariamente de carácter voluntario, tiene su origen en la “Iniciativa ciudadana de Wuppertal contra la amenaza medioambiental de BAYER”. Está activa en todas las áreas operativas de BAYER: desde las condiciones laborales en sus plantas hasta la gestión de procesos políticos, pasando por la destrucción del medio ambiente, la Aspirina, el armamento químico o los conflictos sindicales.
De este modo, esta asociación coopera con ambientalistas, sindicalistas y afectados en más de 40 países. Las campañas más recientes se han dedicado al aniquilamiento de abejas por los pesticidas de BAYER, los 150 años de historia de la corporación, las patentes transgénicas, la influencia de la industria química en la investigación universitaria, la guerra de BAYER contra los sindicatos, el uso de antibióticos en la ceba de animales de granja, así como a los riesgos de los anticoagulantes y los anticonceptivos orales.
Desde principios de los años 80, la coordinadora ha venido presentando año tras año contrapropuestas en las juntas de accionistas de BAYER, y consiguió incluso modificar un orden del día millonario gracias a las cesiones del derecho a voto y, con sus intervenciones, pidió a los responsables explicaciones sobre los aspectos más negativos provocados por los negocios multimillonarios. La CBG también hace posible a afectados y víctimas de todo el mundo pedir cuentas a los responsables en la junta directiva y el consejo de administración.
Hasta ahora, el trato de la corporación para con sus críticos ha sido implacable. Hace pocas semanas, BAYER amenazó a la organización ecologista BUND con emprender acciones legales en su contra por un informe crítico sobre pesticidas. También ha emprendido acciones legales contra esta coordinadora en varias ocasiones: en 1988, obligó a renunciar a la denominación «Coordinadora BAYER», la original de la asociación, por riesgo de confusión; y en el año 2001, la CBG tuvo que plegarse también a los deseos de la corporación ante la amenaza de una demanda de cientos de miles de euros cuando BAYER presentó una demanda judicial contra el dominio www.BayerWatch.org.
La disputa legal mas complicada, que llegó a poner en peligro la subsistencia de la coordinadora por las costas aparejadas, comenzó en 1987. Con apercibimiento de pena de «detención administrativa de hasta seis meses o multa de hasta 500.000 marcos alemanes», BAYER solicitó una declaración de cese por la siguiente frase aparecida en un folleto: «En su persecución insaciable de beneficios, BAYER está violando los principios democráticos, los derechos humanos y la justicia política. Somete a los críticos indeseados a fuertes presiones, mientras da apoyo y subvenciona a sumisos políticos de derecha».
La CBG optó por la vía judicial en todas las instancias y, en un principio, se falló en su contra, a pesar de presentar pruebas irrefutables de espionajes y sobornos. A pesar de que las costas procesales alcanzaron los 150.000 marcos alemanes, a la coordinadora solo le quedaba la vía del Tribunal Constitucional Federal. El riesgo se vio recompensado, ya que en 1992, el citado tribunal, presidido por Roman Herzog, anuló el fallo anterior y dio la razón a la CBG.
Cierto documento estratégico interno de la corporación, confiscado por el congreso de EE. UU. en una investigación llevada a cabo en 2009, demuestra la manera en la que BAYER responde a las críticas molestas. Señala cómo, tras un incidente de consecuencias mortales, BAYER quiso «marginar» a los críticos y los periodistas incómodos y hacerlos parecer «intrascendentes». El objetivo de BAYER era que las críticas resultaran «improcedentes». El Congreso de EE. UU. llegó a la conclusión de que «meses después de la explosión, BAYER puso en marcha una campaña propagandística y una serie de medios jurídicos con el fin de evitar que se descubriera el proceder de la empresa. Además, BAYER trató de ocultar información sobre la explosión».