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Abejas Muertas
por Juan Carlos Plaza Gonzalez (Chile)

ECOticias, 17/12/2013

Acciones legales contra Syngenta y Bayer, por sus insecticidas tóxicos para las abejas

Las entidades sociales quieren mantener la prohibición de los insecticidas tóxicos para las abejas. Una investigación de Greenpeace expone nuevas preocupaciones sobre la exposición de los polinizadores a los plaguicidas.

Greenpeace Internacional, Bee Life European Beekeeping Coordination y otras cuatro organizaciones ecologistas y de consumidores (Pesticides Action Network Europe, ClientEarth, Buglife y SumOfUs) han solicitado intervenir ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en defensa de la prohibición parcial de tres plaguicidas en toda la UE, como respuesta a la acción legal llevada a cabo por las compañías químicas Syngenta y Bayer que quieren anular la prohibición. Greenpeace considera esta prohibición necesaria y que debe ser ampliada dadas las evidencias existentes.

"Bayer y Syngenta han lanzado sus abogados para atacar una prohibición que es científicamente rigurosa, jurídicamente correcta y que ayuda a proteger los intereses generales de los agricultores y los consumidores europeos. La prohibición parcial de estos tres plaguicidas es solo un primer paso, pero necesario, para proteger a las abejas en Europa. Debe ser defendida de los ataques de las empresas que persiguen sus intereses particulares en detrimento del medio ambiente", ha afirmado Marco Contiero, director de Política Agrícola de la UE de Greenpeace.

La prohibición, que entró en vigor el pasado 1 de diciembre, recae sobre tres plaguicidas producidos por Syngenta (tiametoxam) y Bayer (imidacloprid y clotianidina) que pertenecen a una clase de sustancias químicas conocidas como neonicotinoides. La Comisión Europea adoptó la prohibición basándose en las evaluaciones científicas de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés) que demuestran los impactos negativos de estos insecticidas sobre las abejas. La prohibición recibió un fuerte apoyo político de los gobiernos de la UE.

Greenpeace Internacional ha publicado hoy los resultados de un estudio científico piloto de campo que proporciona una prueba más sobre las vías de exposición de las abejas a la contaminación. El estudio muestra que el agua exudada por plantas cuyas semillas han sido tratadas con ciertos neonicotinoides contiene concentraciones muy altas de estos insecticidas, lo que da lugar a una exposición potencialmente mortal para las abejas que beben este líquido, denominado agua de gutación.

El estudio de campo de Greenpeace International examinó ese agua producida por cultivos comerciales de maíz tratados con tiametoxam y clotianidina, ambos incluidos en la prohibición, con el fin de cubrir algunas de las lagunas en los datos científicos existentes sobre los neonicotinoides. El estudio reveló que las concentraciones de neonicotinoides exudadas por la planta en el agua de gutación podrían igualar o exceder las concentraciones de las sustancias activas recomendadas por las empresas para el uso en formulaciones comerciales en insecticidas de aplicación foliar. Estos resultados sugieren que el agua de gutación podría plantear un riesgo de toxicidad grave para las abejas. Esta vía de contaminación está aún poco investigada.

"Aún existen importantes lagunas científicas en la investigación sobre cómo las abejas están expuestas a los insecticidas neonicotinoides. Ahora sabemos que la exposición mortal puede ocurrir cuando las abejas y otros polinizadores beben el agua de gutación de los cultivos tratados con estos insecticidas. Esta nueva forma de exposición de las abejas se suma a los ya conocidos e inaceptables riesgos relacionados con los neonicotinoides. Esto significa que la actual prohibición cautelar de la UE no solo está justificada sino que debe ser reforzada y ampliada", ha añadido Luís Ferreirim, responsable de la campaña de Agricultura de Greenpeace España.